viernes, 26 de agosto de 2016

Consejos para convertir a un niño en un gran lector

Es importante saber elegir el momento adecuado, la edad y la etapa de aprendizaje que el niño esté viviendo.



En una ocasión el escritor argentino Jorge Luis Borges dijo: «De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Solo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria». Y es que los libros son una ventana paralela, una vía de escape por la que adultos y niños hacen volar su imaginación y crean historias únicas. Por medio de la lectura se adquiere una gran cantidad de conocimientos que ayudan a mejorar en el día a día, favoreciendo el desarrollo afectivo y psicológico del individuo.

Es muy importante que desde bien pequeños se adquiera el hábito de la lectura, para tener un léxico amplio y, también, para absorber diferentes conceptos éticos. «Los niños que están acostumbrados a leer y que tienen una rutina y unos hábitos de lectura, consiguen un mayor vocabulario, una mayor comprensión lectora y, además, cometen menos faltas de ortografía durante la escritura, algo fundamental durante esta larga etapa de aprendizaje escolar», comenta Sergio Díez, responsable del servicio de biblioteca del colegio Brains.

Pero, ¿cómo hacemos que los niños muestren interés en los libros existiendo otras alternativas? Sergio Díez, tiene una respuesta clara: «Su primer contacto se produce, en algunas ocasiones, cuando comienzan la etapa escolar y acaban relacionando los libros de texto con el estudio es decir, con la obligación y el aburrimiento. El interés por la lectura debe ser estimulado e inculcado desde bien pequeños, incluso desde antes de que aprendan a leer. Debemos ofrecer libros como una forma más de diversión, como una alternativa de juego más».

Aunque, «no todos los libros valen para potenciar la lectura -indica el responsable de la biblioteca- es importante saber elegir el momento adecuado, la edad y la etapa de aprendizaje que el niño esté viviendo».


Cinco consejos para convertir a un niño en un granlector:

  • El libro debe ser visto como un juguete, desde muy pequeñitos tienen que tocarlos, jugar con ellos, investigar… Esto es esencial para que, cuando crezcan, no vean los libros como algo aburrido.

  • Obligar a leer es un gran error. Hay que conseguir que los niños lean por su cuenta y esto se logra cuando ven la lectura como una satisfacción.

  • Pedir consejo y visitar las bibliotecas puede ser muy útil para dar con el libro y el entorno adecuado ya que, en muchas ocasiones, no sabemos qué libro es el más recomendado para cierta edad o para ciertos niños. Que el libro enganche es clave para que no pierdan la rutina de lectura.

  • Dejar que los niños elijan el libro. Los pequeños tienen que encontrar los libros que más les atraigan y se ajusten a sus aficiones. Eso sí, siempre hay que revisar que el contenido y el vocabulario es el adecuado a su edad. Además, esto también le sirve para aprender a escoger, algo que a los niños les cuesta mucho.

  • Y lo más importante…¡los mayores deben predicar con el ejemplo y leer! Si queremos que los niños lean deben ver que los mayores leemos, ya que normalmente tienden a imitar los comportamientos de los adultos que les rodean. Así que… ¡todos a leer!
Fuente: ABC

Leer un capítulo por día de un libro: la fórmula para vivir más

Investigadores de la Universidad de Yale estudiaron a tres mil personas durante 12 años para comprobar si los hábitos de lectura tenían incidencia en la salud. Cuánto tiempo se debe dedicar a un libro para extender la vida.

El hábito de leer trae muchos beneficios para la salud (Shutterstock)


El hábito de leer genera muchos beneficios para la salud a nivel mental, espiritual y social: se desarrolla una mejor respuesta cognitiva en el cerebro, mejora la memoria, se reduce el estrés, aumenta el vocabulario, la concentración, la capacidad de imaginación y hasta se previene el Alzheimer.

Sin embargo, no había evidencia concreta de que esta actividad pudiera efectivamente mantener alejada a la muerte, hasta ahora: la ciencia comprobó que un capítulo por día puede mejorar la calidad de vida al punto de reducir las chances de morir.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Yale, publicado en la revista Social Science & Medicine, concluyó que "los lectores asiduos de libros experimentaron una reducción del 20 por ciento en el riesgo de mortalidad durante los 12 años de seguimiento en comparación con quienes no eran lectores".

Los datos se obtuvieron a partir de una estudio longitudinal del panel científico del Health and Retirement Study patrocinado por el National Institute on Aging donde se evaluaron más de 3 mil sujetos, mayores de 50 años a quienes dividieron en tres grupos: los que no leen libros, los que leen hasta 3,5 horas a la semana y los que leen más de 3,5 horas a la semana. Así fue que se descubrió que los lectores de libros sobrevivieron hasta dos años más que quienes no mostraron interés alguno por la lectura.


Los lectores asiduos de libros experimentaron una reducción del 20 por ciento en el riesgo de mortalidad (Shutterstock)

Para analizar los datos se contabilizaron variables tales como el nivel de educación, ingresos y estados de salud de los participantes y se reveló que quienes leen libros más de 3,5 horas por semana son un 23 por ciento menos propensos a morir durante ese período y los que leen hasta 3,5, aproximadamente un promedio de media hora al día, tenían 17 por ciento menos de probabilidades.

En otras palabras, al igual que llevar una dieta saludable y hacer ejercicio, los libros parecen promover una "ventaja significativa en la supervivencia", según concluyeron los autores. Lo que todavía no pudo determinarse es exactamente el porqué o una relación causal entre los libros y la longevidad.

No obstante, la ciencia no ha hecho más que reforzar el efecto positivo de leer en las investigaciones más recientes. Otra investigación reciente liderada por científicos de la Universidad de Emory en GeorgiaEstados Unidos, mostró que la lectura, especialmente de novelas, parece mejorar tanto la conectividad cerebral como la empatía.

Fuente: Infobae